Pienso que pertenezco a una generación privilegiada, aún recuerdo cuando estaba en mis primeros años de primaria y tenía que hacer los trabajos del cole en mi vieja pero querida maquina de escribir Olivetti y como siempre dejaba todo para última hora (en muchas cosas no he cambiado) ya me veías a las 11 p.m. con mis 8 añitos al ritmo del tak, tak, tak, tak, hasta que mi santa madre se compadecía de mi y me ayudaba a terminar el trabajo. Me acuerdo aún de la rabia que sentía al cometer un error justo cuando estaba terminando la página y tener que echar mano del borrador que muchas veces rompía la hoja y de vuelta a empezar, en esa época el Liquid Paper fue para mí una clara señal que avanzábamos hacia mejor. Como iba a imaginar la revolución que me tocaba vivir? y lo que me queda aún… el que yo este escribiendo este blog en el aquí y ahora es una prueba palpable de que las cosas han cambiado.
Me llama mucho la atención como han cambiado los perfiles de los lideres, los “peces gordos” del mercado, hemos pasado del esteriotipo de empresario con puro en la boca y whisky en la mano, de traje a medida, con una soberbia y despotismo que te pegaba una bofetada, con casas, coches y amantes al empresario 2.0, todos emprendedores, aventureros, jóvenes (en cuerpo o espíritu), más cercanos, personalidad humilde, en algunos casos austeros, que disfrutan lo que hacen y parece que han llegado a donde están sin apenas darse cuenta. Personas que han seguido sus intuiciones y han ignorado a la doña sociedad y sus limitaciones, han luchado contra la “seguridad” de un empleo o unos estudios más convencionales. Y yo soy feliz de que se haya producido este cambio, cuando las grandes fortunas eran de lo bancos la gloria no nos llegaba, pero ahora la tecnología nos implica e involucra y podemos beneficiarnos de ella.
Uno de mis favoritos es Steve Jobs presidente de Apple, este discurso en la universidad de Stanford lo he visto muchas veces y siempre me quedo con algo distinto. Aunque la frase con la que despide el discurso de “Seguid hambrientos. Seguid alocados” es muy apropiado para el nuevo espíritu que vivimos ahora…
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